Los fitofármacos se describen como fármacos cuya composición activa es extraída de organismos vegetales. Dichos medicamentos de origen vegetal cuentan con respaldo clínico, avalado por investigaciones que justifican su uso médico. Conoce más sobre sus aspectos farmacológicos en el siguiente artículo.
Introducción
A medida que avanzamos en la comprensión de la farmacología y los mecanismos de acción de estas sustancias naturales, numerosas investigaciones científicas han permitido generar un respaldo clínico respecto a la eficacia de estos productos, consolidando su posición en la práctica médica contemporánea.
Algunos conceptos
La noción de fitofármacos está estrechamente vinculada a su regulación, dado que se requiere cumplir con los mismos criterios de exigencia en términos de calidad, seguridad y eficacia que se aplican a los medicamentos de origen sintético. Por consiguiente, se vuelve esencial distinguir los fitofármacos de las hierbas medicinales.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las hierbas medicinales son aquellas que contienen compuestos utilizables con propósitos preventivos o terapéuticos, o que actúan como precursores para procedimientos de semisíntesis química y farmacológica.
En tanto que, los medicamentos a base de plantas o fitomedicamentos se definen por la OMS como: “Productos medicinales acabados y etiquetados cuyos ingredientes activos están formados por partes aéreas o subterráneas de plantas u otro material vegetal, o combinaciones de éstos, en estado bruto o en forma de preparaciones vegetales. Por material vegetal se entienden: jugos, resinas, aceites vegetales y cualquier otra sustancia de naturaleza semejante, estos pueden contener excipiente además de los ingredientes activos.”
Por último, la OMS define la fitoterapia como “El campo de estudio abocado a investigar la utilización de derivados vegetales con fines terapéuticos, con el propósito de prevenir, aliviar o sanar un estado patológico.”
Aspectos farmacológicos de las plantas medicinales
Las propiedades farmacológicas vinculadas a las plantas medicinales y a los fitofármacos, se deben a la existencia de ciertos compuestos fitoquímicos. Dentro de dichos compuestos, se encuentran los metabolitos secundarios que ejercen diferentes funciones en el organismo vegetal y difieren estructuralmente de los primarios, en muchas ocasiones presentando una mayor complejidad estructural, lo que constituye una verdadera limitación para su síntesis en un laboratorio.
La extracción y aislamiento de compuestos bioactivos de las plantas ha permitido el desarrollo de fitofármacos que abordan una amplia gama de condiciones de salud. Estos compuestos, que varían en sus estructuras químicas, clasificándose como alcaloides, glucósidos, terpenos, saponinas, flavonoides, carotenoides, fenoles y polifenoles, los cuales han demostrado tener propiedades farmacológicas únicas que pueden influir en diversos sistemas biológicos en el cuerpo humano.
La validación científica de su eficacia y seguridad ha implicado investigaciones exhaustivas que involucran desde estudios in vitro e in vivo hasta ensayos clínicos controlados.
En la elaboración de fitofármacos, es posible extraer los compuestos fitoquímicos desde diferentes partes de las plantas, como hojas, flores, raíces, corteza y tubérculos. A partir del tratamiento de estas estructuras vegetales o materiales primas, se generan productos fitoterápicos utilizando una variedad de técnicas, que incluyen distintos métodos de secado, molienda y extracción. Dichos procedimientos permiten separar los componentes fitoquímicos de las estructuras celulares de las plantas, y luego se pueden combinar para producir desde formas farmacéuticas más clásicas como comprimidos, jarabes o polvos, hasta extractos, tinturas, aceites esenciales, bálsamos, resinas, entre otras.
¿Cuáles son los requisitos que deben cumplir los fitofármacos?
Como antes mencionamos, los fitofármacos, al igual que otros medicamentos sintéticos, deben cumplir con tres pilares esenciales:
- Calidad: Identidad, pureza y riqueza del material empleado.
- Seguridad: Evaluación de posibles efectos adversos, toxicidad e interacciones con otros fármacos.
- Eficacia: Beneficio comprobado en el tratamiento de una condición específica.
Para que los fitofármacos sean seguros y eficaces, es necesario que las sustancias activas que contienen estén presentes en cantidades medibles y uniformes. Esto se puede lograr mediante procesos de fabricación estandarizados y su control de calidad adecuado, condiciones que solo pueden llevarse a cabo en laboratorios.
Concluyendo e integrando
Los fitofármacos no solo representan una conexión contemporánea con las prácticas médicas tradicionales, sino que también representan una interesante área de investigación en constante evolución. La amplia variedad de conocimientos farmacológicos, científicos y culturales que rodea a los fitofármacos destaca su importancia en la terapéutica actual y futura, al tiempo que subraya la necesidad de un enfoque integral y basado en evidencia para su incorporación en el arsenal farmacéutico.
Referencias:
- Cano, D. S., Bestard, C. M., Relis, E. P., Olivero, Y. D., Guzmán, V. G., & Rodríguez, A. C. (2009). Farmacología de las plantas medicinales. Revista Información Científica, 61(1).
- Jara, J., Wood, I., & Speranza, N. (2021). Fitomedicamentos: lugar en la terapéutica desde la mirada farmacológica. Boletín Farmacológico, 12(3).