Cada vez más personas utilizan medicamentos a base de plantas para coadyuvar en el tratamiento de las infecciones respiratorias. Es crucial entender los posibles riesgos y los efectos en la salud de los medicamentos naturales. A propósito, puedes leer aquí un resumen sobre la seguridad y eficacia de Echinacea purpurea.
Echinacea purpurea es el nombre científico de la planta más conocida solo como «equinácea». Su nombre significa «erizo de mar», debido a la forma del disco central de la flor, y «púrpura» en referencia al color.
Es una planta medicinal que ha sido utilizada durante mucho tiempo para el tratamiento y la prevención de diversas afecciones. Los extractos, tinturas y otras preparaciones a base de la planta se han popularizado para fortalecer el sistema inmunitario y prevenir resfriados.
La historia de uso de Echinacea purpurea en humanos se remonta a cientos de años atrás. Esta planta ha sido utilizada tradicionalmente por las tribus nativas de América del Norte, para tratar diversas enfermedades y promover la salud en general. Sobre ello, hay registros arqueológicos del siglo XVIII. Algunas tribus, como los sioux, los cheyennes y los kickapoos, valoraban en especial las propiedades medicinales de la equinácea.
El descubrimiento que hacen los colonos de la especie y de sus propiedades se plasma en la descripción del año 1737 que figura en el libro Catalogue of plants fruit and trees native of Virginia, de John Clayton. En el siglo XIX, el uso se popularizó en Europa, después de que el botánico alemán Heinrich H. C. F. Meyer describiera sus propiedades y su eficacia.
La primera preparación comercial llegó al mercado alrededor del 1880. Durante este periodo, la equinácea se utilizaba para la tos, el resfriado común, las infecciones respiratorias y hasta como cicatrizante de heridas.
En la década de 1930, el uso comenzó a disminuir en Estados Unidos, debido a la creciente disponibilidad de antibióticos sintéticos. Así fue que en 1939 se inició el cultivo comercial en Europa, precisamente en Alemania, y en 1950 se comenzó con el cultivo en Suiza.
En las últimas décadas hubo un resurgimiento en el interés por la equinácea como una opción de tratamiento en base a plantas o fitoterapia. Hoy en día, los extractos se utilizan para fortalecer el sistema inmunitario, prevenir resfriados y acelerar la recuperación de enfermedades respiratorias.
Un metaanálisis del año 2015, conducido por Schapowal y colaboradores, corroboró la eficacia de la equinácea para reducir el riesgo y las complicaciones de las infecciones respiratorias.
Toxicidad
Estudios en animales han demostrado que los extractos de Echinacea purpurea en dosis altas no causan toxicidad aguda significativa. Por ejemplo, una investigación en ratas mostró que dosis orales de hasta 2000 mg/kg de extracto de la planta no producen efectos adversos graves.
En cuanto a los estudios en humanos, la evidencia disponible sugiere que los extractos de Echinacea purpurea son generalmente bien tolerados. En un estudio clínico que evaluó la seguridad de los extractos en adultos sanos, se administraron dosis orales de hasta 4000 mg diarios durante un período de cuatro semanas. Los resultados mostraron que no se produjeron eventos adversos graves y que la mayoría de los efectos secundarios observados fueron leves y transitorios, como trastornos gastrointestinales.
Interacciones medicamentosas
Según relatan Izzo y Ernst, hay algunos estudios que han sugerido que los extractos de Echinacea purpurea pueden afectar la actividad de las enzimas del citocromo P450. A su vez, podría inhibir la actividad de la enzima CYP3A4 en el hígado y en el intestino, que está involucrada en el metabolismo de antidepresivos, antivirales, anticoagulantes y bloqueadores de los canales de calcio.
Sin embargo, los mismos autores aclaran que los estudios son contradictorios. De hecho, citan la existencia de ensayos que no encontraron efecto en los pacientes sobre las mismas enzimas. Por lo que concluyen que la relevancia clínica de estas interacciones aún no se ha establecido y puede definirse como una planta sin incidencia sobre otros fármacos que consuma la misma persona.
Reacciones alérgicas
Algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas al usar extractos de Echinacea purpurea. Se han reportado erupciones cutáneas, hinchazón de labios y dificultad para respirar en personas que son sensibles a la planta.
No obstante, estas reacciones parecen ser infrecuentes y ocurren principalmente en personas con alergias conocidas a plantas de la familia Asteraceae. Sobre todo, a las margaritas comunes, los crisantemos, las caléndulas y los girasoles.
Por último, es necesario tomar precauciones lógicas en aquellas personas con alergias conocidas a plantas de la familia de las margaritas y también en situaciones de interacciones potenciales.
Referencias:
- López M. (2005). Equinácea: su acción contra los síntomas del resfriado. Ámbito Farmacéutico-fitoterapia, 24(1), 68-74.
- Schapowal, A., Klein, P., & Johnston, S. L. (2015). Echinacea reduces the risk of recurrent respiratory tract infections and complications: a meta-analysis of randomized controlled trials. Advances in Therapy, 32, 187-200.
- Shah, S. A., Sander, S., White, C. M., Rinaldi, M., & Coleman, C. I. (2007). Evaluation of echinacea for the prevention and treatment of the common cold: a meta-analysis. The Lancet Infectious Diseases, 7(7), 473-480.
- Hobbs, C. Echinacea: A Literature Review: Botany, History, Chemistry, Pharmacology, Toxicology, and Clinical Uses. American Botanical Council, ISSUE: 30, 33-48.
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